martes, 21 de junio de 2011

HISTORIA DE LAS VELAS

La palabra vela nos da el significado de velar, levantar el velo que nos permite ver más allá. La palabra llama nos da el significado de llamar, hacer una llamada a la energía del Universo para que nos preste una ayuda. HISTORIA Encender una vela no es acto trivial. Casi siempre la encendemos por algo o para algo. Como lo hacían nuestros antepasados. Desde los albores de los tiempos el fuego ha tenido un vínculo muy estrecho con la humanidad y se ha manifestado de muchas y diferentes formas. Fue adorado y utilizado en las primeras expresiones de signo religioso cuando la llama era considerada como la expresión material de una divinidad; se ha hablado de él y de cómo llegó a la humanidad en casi todas las mitologías. Prometeo, por poner un ejemplo entre muchos, robó la llama del monte Olimpo para entregársela a los humanos. Los griegos rendían culto a Hefesto, dios del fuego, y los celtas oraban a Bridget, diosa del fuego del hogar y la fertilidad. Incluso Empédocles, filósofo griego del siglo V a.C. consideró al fuego como uno de los cuatro elementos de los que están compuestas las cosas, los otros tres son tierra, aire y agua. El fuego ha estado y está presente en nuestras vidas de una o de otra forma y casi siempre hay un rito asociado a él, una celebración, una petición, un deseo que queremos que se cumpla. En nuestros días muchas de las actividades que realizamos las acompañamos con el uso del fuego a través de las velas. Encendemos una vela al santo de nuestra devoción, portamos velas en las procesiones de Semana Santa, acompañan a los difuntos cuando su alma ha abandonado el cuerpo, incluso encendemos velas la noche que celebramos una cena especial, festejamos nuestro cumpleaños o intentamos que la llama olímpica no se apague. Estamos rodeados de buenos deseos. Pero también estamos rodeados de algunos problemas que deseamos solucionar y de aspiraciones que queremos ver cumplidas. Otras veces estamos agobiados y notamos que a nuestro alrededor hay mucha energía negativa (contrariedades, situaciones de stress, discusiones propias o ajenas, malestar, etc.). Nuestra intención es que todo fluya de forma positiva, sentirnos tranquilos, respirar un ambiente sosegado, alcanzar el éxito, ser comunicativos, tener un trabajo agradable, amar y ser amados, por ejemplo. Sin embargo en muchas ocasiones no sabemos cómo conseguir nuestros propósitos. Necesitamos un empujoncito. Las velas de colores para usos mágicos se utilizan desde la antigüedad. Al principio no existían velas coloreadas como las que conocemos en la actualidad. Se utilizaban candelarias confeccionadas con cera y grasa animal a las que se les daba color con ingredientes vegetales o animales. El color es muy importante porque cada uno de ellos encierra un significado diferente para los distintos usos y para la consecución de resultados concretos. La magia de las velas, con su luz, su color y su simbología, es un medio muy eficaz que nos ayuda a dirigir nuestro pensamiento con el fin de conseguir que se haga realidad todo aquello que anhelamos. Dependiendo del deseo que queremos ver cumplido y el fin que nos hayamos propuesto, debemos elegir una vela con un determinado color

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